Victorio Sforza, Un Honesto Comerciante Orgullo de Nuestro Barrio
En diversas circunstancias, en determinados momentos de nuestra vida diaria, cuando pensamos en el pasado de Villa del Parque que tanto amamos, casi sin quererlo, de pronto aparecen los recuerdos que llegan, quizás, desordenadamente, pero cubriendo de nostalgias a nuestro espíritu parquense y los mas puros sentimientos.
En ese tropel de imágenes aparecen nítidamente las calles y edificios de antaño, instituciones añejas, lugares tradicionales y negocios de toda índole, y en esta emotiva evocación siempre está presente la figura de un apreciado vecino; don Victorio Sforza, un próspero y caracterizado comerciante radicado en la zona desde el 1º de febrero de 1969, con un local de librería, venta de juguetes y cigarrería en la calle Arregui 3517.
Su trayectoria es simple, desde muy corta edad colaboró con su padre don Nicolás Sforza en la atención de sus clientes, en el mismo rubro que hoy ostenta heredado de su progenitor, que lo había inaugurado en un lejano 1º de agosto de 1920 en la calle Donato Alvarez 1902 de La Paternal. Afincado en Villa del Parque don Victorio continuó con su tarea comercial de la cual se cumplieron ya 34 años. Cabe destacar la honorabilidad y nobleza de nuestro convecino, virtudes que le valieron el afecto y reconocimiento de todo el vecindario; gente de antes y de ahora, chicos de todas las edades que lo veneran con mucho cariño y respeto.
Un gesto loable y positivo lo identifica plenamente, cada vez que se cumple un nuevo aniversario de su actividad específica, festeja ese día de tan grato acontecimiento con una adecuada y excelente programación dedicada afectuosamente a todo el barrio, que incluye obsequios y premios, deliciosas golosinas y agradables sorpresas, y la destacada actuación artística de experimentados "clowns" y payasos que promueven la alegría y total adhesión del público, que en gran cantidad concurre a tan interesante espectáculo, único en la zona.
El transcurso de los años, las exigencias del progreso, y las conocidas dificultades por la que atraviesa la época moderna, no alteraron ni han podido modificar la apacible y generosa bondad de don Victorio. Hoy, con sus 79 años de edad está como siempre al frente de su establecimiento, atendiendo con simpatía y cordialidad a su innumerable clientela. Indudablemente, es un ejemplo de laboriosidad y corrección digno de imitar
ISBELINO ESPINOSA