El país que queremos
Hoy la noticia pareciera ser criticar la gestión del Gobierno de la Ciudad, como si no se hubiera hecho nada, como si hubiera sido poco haber sobrevivido a la peor crisis económica y social que ha sufrido este país, como si se desconociera o minimizara el esfuerzo realizado para sostener las escuelas y hospitales que dependen de la ciudad y que han seguido funcionando sin disminuir la calidad de la prestación a pesar de atender la demanda creciente de los que mas necesitan, de personas que ya no pueden costear una escuela privada para sus hijos, que ya no cuentan con una cobertura social porque han perdido sus trabajos. Esas mismas escuelas y hospitales que atienden a las personas del conurbano y del interior del país que no obtienen respuesta de sus gobiernos. Un gobierno que redujo la deserción escolar entregando por primera vez en la historia de la ciudad 13.000 becas a los alumnos de escasos recursos para apoyarlos en su permanencia en el sistema educativo. Un gobierno que priorizó el gasto social repartiendo 350.000 raciones diarias de comida a través de distintos programas cuyos principales beneficiarios son los chicos y los ancianos, solucionando el problema habitacional a mas de 8.000 personas, recibiendo a 33.000 chicos en las colonias de vacaciones ofreciéndoles contención, asistencia alimentaria y recreativa. Ese es el gobierno de Aníbal Ibarra.
Seguramente muchos dirán o pensarán se hizo poco en materia de espacio público y de obras públicas. Sin embargo y pese a los muchos problemas financieros que generó la caída de la recaudación y el aumento de los costos, el Gobierno de la Ciudad fue el primero, después de 60 años, en construir una nueva línea de subterráneos que unirá a las zonas sur y norte y en avanzar en la ampliación y extensión del resto de las líneas.
Se instalaron 73 semáforos y 2.400 metros en reductores de velocidad.
Se realizaron obras de alumbrado en 2.400 cuadras, se colocaron cantidad de sumideros y conductos para solucionar los inconvenientes de las inundaciones y que posibilitaron la reducción de los niveles de acumulación de agua.
Es cierto, las obras no se finalizaron, pero esto no le sucedió a la ciudad, le sucedió a todos los distritos del país donde las obras quedaron paralizadas por la inestabilidad de los precios, por la incertidumbre de las condiciones económicas que provocaban la retirada de las empresas o la discusión de mayores costos imposibles de afrontar.
Sin embargo hoy esas obras se encuentran en marcha, como el plan integral de mantenimiento barrial que incluye trabajos de bacheo, repavimentación y reparación de veredas. Se está trabajando intensamente en las obras proyectadas para el control de inundaciones.
También en materia de seguridad la ciudad se hizo cargo, a pesar de no contar con policía propia puso en marcha el Plan de Prevención del Delito disminuyendo los índices de delitos y logrando una mayor seguridad a través de políticas de prevención y en este sentido brindó equipamiento a la Policía Federal entregando patrulleros, camionetas, cuatriciclos y chalecos antibala.
El mismo gobierno que rebajo en un 35% el sueldo de funcionarios jerárquicos y redujo en un 20% los gastos de la estructura administrativo y el presupuesto para personal contratado.
Tal vez muchos vecinos esto no lo sepan, porque este gobierno no se dedico precisamente a malgastar fondos embanderando la ciudad con propaganda.
Pero es fácil criticar desde afuera, cuestionar a un gobierno que más allá de todo ha estado presente y queremos que siga presente. No queremos una ciudad privatizada como algunos candidatos pretenden, no queremos que la ciudad vuelva a convertirse en el negocio de unos pocos. Sabemos que queda mucho por hacer, lo estamos haciendo y seguiremos adelante por una ciudad con igualdad de oportunidades, con integración, con la participación de todos. Ese es nuestro compromiso.
Sandra Dosch
Diputada de la Ciudad
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