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VICTORIA DE GIORDANO / "Tragedia y Misterio en
su Historia Francisco, Gregorio, Maria, Carmen, Elena y Flora, hermanos de Angel". |
El Antiguo Castillo de Villa del Parque
Tragedia y Misterio en su Historia
Parte III
Francisco, Gregorio, Maria, Carmen, Elena y Flora, hermanos de Angel
Angel Lemos, el hijo mayor del matrimonio integrado por Manuel Lemos y María
López Fernández, tenía seis
hermanos: Gregorio, Carmen, Francisco, Flora, Elena y María. Todos eran
menores que él en varios años, y por consiguiente, en ese tiempo
estaban cursando sus estudios del ciclo primario, en escuelas del barrio de Montserrat,
integrante del Buenos Aires de antaño donde sus habitantes eran en ese
año (1909) 1.025.000, y la población total del país 5.900.000.
Política, Fútbol y Tango
Tres temas excluyentes de los pobladores de aquella pretérita época;
Política, fútbol y tango. En el primero de ellos las opiniones eran
varias en cuanto a las adhesiones que en su momento tuvieron los nombres de los
Presidentes Manuel Quintana y José Figueroa Alcorta. Luego si debió
seguir en su cargo el ministro del Interior Joaquín V. González,
no ingresando como senador. Que el Dr. Montes de Oca fue un exitoso ministro de
Relaciones Exteriores. Que el Dr. Cevallos luego no lo fue menos, etc. etc. Como
siempre, la manera de pensar de cada ciudadano será distinta, personal,
única. Si bien se discutía con fervor, era costumbre hacerlo respetuosamente
Algo parecido sucedía con el fútbol que se practicaba en la gran
ciudad. Desde el primer torneo que con los auspicios de la "Argentine Association
League" se disputó en 1891, cada equipo tenía su legión
de simpatizantes. En 1909 se inscribieron diez clubes para el campeonato local.
Alumni finalmente se consagró campeón con una gran cantidad de seguidores
que dieron su constante aliento en todas sus presentaciones. Era realmente la
entidad de mayor convocatoria.
En esos años el tango despaciosamente hacía abandono de las letras
procaces y atrevidas de sus primeras épocas. Nuevos versos adornaron su
melodía, pero evidentemente, aún no había aparecido el intérprete
genial. Con el correr del tiempo sería Carlos Gardel, pero todavía
este famoso cantor cultivaba el repertorio campero: valses criollos, estilos,
y alguna milonga orillera. Su voz comenzaba a imponerse como la mejor. Con su
arte incomparable recorría los viejos barrios de Buenos Aires: El Socorro,
Monserrat, Concepción, San Nicolás, Balvanera, causando gran admiración.
Aún el tango solo era danza, y los "milongueros" se floreaban
con sus cortes y quebradas, mientras sus arabescos sobre el piso eran complementados
hábilmente por expertas "minas" en el difícil arte de
bailar con gracia y elegancia el " gotán canyengue".
Lucia y Angel una Envidiable y Feliz Pareja
Lucía y Angel formaban la pareja ideal. Quienes los conocieron dejaron
constancias afirmando que ellos coincidían en innumerables facetas del
carácter, del modo de ser. Poseían gustos refinados de espiritualidad
y armonía. En la relación cotidiana demostraban amor y auténticos
sentimientos de ternura y bondad. Educados bajo el régimen de la religión
cristiana, se los veía juntos en los oficios religiosos de las iglesias
parroquiales Santo Domingo, Monserrat, San Francisco y San Juan, donde también
concurrían los padres de ambos.
En cuanto a la actividad social, eran asiduos participantes del"Círculo
Italiano", "Club de Residentes Extranjeros" y el "Lawn Tennis
Club". Angel no ocultó su afición por el fútbol al estar
presente en los días que jugaban aquellos primitivos futbolistas que defendían
con real entusiasmo los colores de Alumni, Belgrano, Reformer, Lomas, San Isidro
entre otros.
Lucía por su parte, de espíritu altruista y generoso, contribuía
silenciosamente con instituciones de bien público que atendían las
necesidades de quienes menos tenían y esperaban la ayuda solidaria del
prójimo. Angel apoyaba incondicionalmente la acción de su prometida,
y colaboraba.
Los padres de estos muchachos impulsaban esa línea de conducta, recta siempre,
justiciera, ecuánime, y se enorgullecían ante cada gesto bondadoso
y positivo de sus hijos.
La pareja de novios admiraba la literatura criolla en especial, y por lo tanto
consumían libros de grandes autores: José Hernández, Domingo
Faustino Sarmiento, Pedro Bonifacio Palacios (Almafuerte), Esteban Echeverría,
aunque sentían predilección por los poetas: Ruben Darío,
Amado Nervo, Victor Hugo, originarios de otros países de América
Latina.
Por su paso por el conservatorio, Lucía y Angel dominaban la música
clásica de los famosos compositores internacionales: Beethoven, Mozart,
Chopin, Schubert, Schumann y disfrutaban de esas inmortales melodías, aunque
tambiénno disimulaban su emoción ante los compases de un tango porteño.
Mientras tanto, en total armonía y comprensión, elaboraban proyectos
en relación a su próxima boda, y al futuro hogar que formalizarían
en corto tiempo.
Sin embargo, tanta felicidad se vio turbada de pronto por una acción inesperada,
e insólita de don Rafael Giordano. A Raíz de un desentendido con
su esposa que terminó en una seria disputa, y alentado por la intervención
de un falso amigo que deseaba la disolución de la dicha que en ese momento
reinaba en el hogar de don Rafael, éste puso en venta en ese año
1909 el hermoso edificio de la calle Campana. La providencia puso las cosas en
su lugar. No hubo ofertas dignas de tener en cuenta, y todo volvió a la
normalidad. El señor Giordano recapacitó sobre su inadecuada decisión
anterior, descubrió a quien lo había aconsejado mal con inconfesables
intenciones, y le propinó una merecida golpiza que seguramente nunca habrá
podido olvidar.
Continuará
Isabelino Espinosa
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