Domingo Pugliese, Instaló el Primer Corralón de Materiales de Construcción
Su nacimiento se había producido el 3 de junio de 1898 en la calle Juncal y Coronel Díaz, en los límites de los barrios de Recoleta y Palermo. Eran los tiempos de “guapos y compadres” de recia estampa eternizados en las letras de nuestro tango porteño, melodía que siempre nos identificó plenamente.
Su padre poseía un próspero tambo en el llamado “Palermo Viejo”, antiguo barrio de la polifacética urbe capitalina que cantó Gardel. Cuando Domingo tenía solamente 4 años de edad, sus padres retornaron a Italia a raíz de la enfermedad de un familiar radicado en ese país. Pasó el tiempo en medio de una excelente convivencia, agradable, feliz. Todo eso se interrumpió bruscamente al llegar un nefasto día para la humanidad, el 2 de agosto de 1914 cuando desafortunadamente se inició la Primera Guerra Mundial que involucró a muchas naciones de Europa. Sus habitantes experimentaron la angustia y ansiedad de sufrir las consecuencias de uno de los más terribles cataclismos que registra la historia, producido por la incomprensión, la crueldad y la soberbia que solo son portadores de dolor y lágrimas.
En aquellas aciagas circunstancias Domingo Pugliese tenía 16 años y aún siendo argentino, fue convocado para alistarse en las filas del ejército italiano, hasta la firma de la paz definitiva impuesta por las fuerzas aliadas a la vencida Alemania, el día 11 de noviembre de 1918. Tres años más tarde, el 21 de diciembre de 1921, nació su hijo Francisco, y en 1927 don Domingo con su familia retornó a la Argentina. Instalándose inicialmente en una casa situada en la calle Biarritz casi esquina Terrada, además, había adquirido un terreno en Condarco y Lascano en Villa del Parque como una interesante inversión quizás a largo plazo.
En los primeros años de la década de 1930 don Domingo valiéndose de un carro y un caballo, comenzó con la venta de forrajes y carbón, luego agregó la comercialización de arena, cemento, polvo de ladrillos, etc. En la calle Orán (Emilio Lamarca) 2327, también lo utilizaba como corralón donde eran guardados los carros y caballos de quienes usaban esos medio de transporte para el traslado de mercaderías en el barrio. En aquellos tiempos en la zona se advertía la llegada de nuevos vecinos que construían sus viviendas con gran voluntad y sacrificio. Fue entonces que el padre de Francisco cooperaba con los más necesitados cobrándoles los materiales a precio de costo y en ocasiones obsequiándoles lo que adquirían. Un gesto solidario digno del mayor elogio, recibiendo el emocionado agradecimiento de todos.
Con el correr de los años realizaba el transporte en un potente camión volcador marca “International” modelo 1934 (luego conservado como reliquia). Con el tiempo la clientela aumentó considerablemente, por los precios moderados, el trato cordial y el crédito constante. Lentamente el primitivo y modesto negocio iba transitando por la senda del éxito. Los anhelos de Domingo Pugliese comenzaron a ser una auténtica realidad, una misión cumplida, un orgullo familiar. En 1940 su hijo Francisco con casi 20 años de edad comenzó su accionar también con visión de futuro, y engrandecimiento, dando un nuevo impulso a la ya fructífera empresa, logrando gran expansión a partir puntualmente del 1° de septiembre de 1950.
Hoy cubren con sus elementos para la construcción, amplias zonas aledañas a Villa del Parque, cumpliendo ese antiguo deseo de don Domingo Pugliese. El noble comerciante que el barrio nunca olvidó.
ISABELINO ESPINOSA