EL ANTIGUO CASTILLO DE VILLA DEL PARQUE / PARTE XVI
Tragedia y Misterio en su Historia
ALGUNAS AMISTADES DEL SEÑOR GIORDANO Para agregar a la apasionante
historia del castillo que atañe a uno de sus principales protagonistas,
relataremos ciertos hechos confirmados por quienes tuvieron oportunidad de frecuentar
su amistad durante varios años, conociendo su modo de actuar, sus características
principales, sus virtudes y defectos y el círculo de amistades que lo rodeaba
formando un particular entorno.
A través del tiempo, quienes conocieron a don Rafael Giordano supieron
de su natural e innegable nobleza y bondad. Poseedor de un espíritu amplio,
sensible y fraternalmente humano. El altruismo, la cooperación, el progreso,
traducían su modo de ser. Si bien es cierto que cuando debía enfrentarse
a una situación límite, desagradable y conflictiva, se convertía
en una especie de volcán en erupción quizás por su carácter
impulsivo y desconfiado, que ensombrecía de alguna manera sus demás
elogiables hábitos, Sin embargo, por su natural carisma siempre creaba
nuevas amistades.
Nunca discriminaba a nadie, pues tuvo grandes amigos entre la gente de condición
modesta que lo admiraba incondicionalmente y al mismo tiempo cultivaba el aprecio
de personas incluidas en las más altas capas sociales, donde era posible
verificar la presencia de artistas, destacadas personalidades en la política,
la banca, el periodismo y el deporte. La innumerable lista podría comenzar
con el famosísimo tenor Don Enrico Caruso y el gran director de orquesta
Arturo Toscanini, ambos actuaron en nuestro Teatro Colón. Alfredo Lázzari
celebrado pintor con quién evocaba frecuentemente la vida de su antepasado
Lucas Giordano (1632-1705), Césare Lombroso creador de la criminología.
Pero no solo eran sus amigos personajes italianos. El Dr. Alfredo Palacios diputado
por el Partido Socialista, Samuel Alberú, director del diario "El
Nacional", José Luis Murature periodista y abogado. Isabelino Díaz
y Domingo Torterolo jockeys de nuestros hipódromos. Enrique García
Velloso, Vicente Martínez Cuitiño y Roberto Cayol, de la Sociedad
Argentina de Autores. Futbolistas del plantel del club "Alumni", banqueros,
financistas¸ industriales, entre otros.
Como se puede apreciar leyendo la nómina antedicha, don Rafael fue en su
tiempo un hombre adinerado, pero además, muy vinculado a gente importante,
muchos de los cuales dueños de cuantiosas fortunas, y algunos de gran nombradía
dentro de sus respectivas actividades. Era frecuente verlo junto a sus amistades
en reuniones de negocios amables tertulias placenteras en instituciones sociales,
congresos de comunidades, espectáculos deportivos, etc. Indudablemente,
su personalidad inquieta y vehemente lo impulsaba a estar constantemente en acción.
No soportaba el sosiego absoluto, por lo tanto siempre estaba presente en lugares
donde podría, si lo deseara, derivar en terceros determinada actividad.
Hasta aquí una breve semblanza de don Rafael Giordano.
LA SEÑORA VITTORIA, SU HIJA LUCIA Y ANGEL LEMOS
La señora Vittoria D' Olivi fue una mujer muy generosa, altruista, afectuosa
y fiel. Con esas características fue siempre la animosa y leal compañera
que tuvo a su lado don Rafael Giordano. Supo sobrellevar la más ardua lucha
acompañando a su esposo en sus múltiples actividades. Si bien no
toleró nunca las humillaciones, minimizó muchas veces las actitudes
casi insostenibles de su marido. Consideró siempre que su matrimonio había
sido felíz a pesar de algunos inconvenientes sin real importancia. Por
eso lo siguió hasta el fin.
LUCIA GIORDANO
Quiénes conocieron a Lucía Giordano coincidieron en afirmar que
fue una chica sensacional, de modales encantadores que vivía con plena
felicidad y en total armonía con su entorno. En determinado momento entabló
una relación dichosa, agradable, casi perfecta con su novio Angel Lemos.
Su existencia se deslizaba con el candor infantil del que marcha ciegamente ante
los valores espirituales de su ser amado, y no pensó nunca en los posibles
estragos emocionales que le pudo ocasionar. Heredó de sus padres la abnegación
y la sincera preocupación por el bien de los demás. Colaboró
siempre con entidades de bien público y lo hizo sin ostentación
evitando todo tipo de alabanzas. Desafortunadamente, sus sueños no lograron
concretarse, la fatalidad truncó todos los deseos de formar un matrimonio
bien consolidado, felíz y duradero.
ANGEL LEMOS
Su carácter se acoplaba magníficamente a los de su novia Lucía.
Armonioso, sensible y refinado. Amante de la música y la pintura, pero
además, le agradó la ciencia y por ese motivo en cierta oportunidad
se inscribió en la facultad de Medicina de nuestra Capital para obtener
finalmente el título de farmacéutico. Al mismo tiempo sus estudios
de violín le proporcionaron un brillante diploma de fin de curso. También
le encantaba la práctica de varios deportes el fútbol en primer
lugar que practicaba como aficionado en diversos baldíos de la ciudad.
El tenis lo disputaba en el "Buenos Aires Lawn Tennis Club" y en el
remo pertenecía a la tripulación del "Buenos Aires Rowing Club".
Por algunos años fue asociado del "Touring Club Argentino"
Igual que su novia tenía auspiciosos proyectos para concretar luego de
realizado el casamiento. Acudiría a sus ahorros y a la prometida ayuda
de sus familiares más cercanos para efectuar un emprendimiento provechoso
para sus finanzas. Todo estaba planeado debidamente sin ningún margen de
error. Por lo que él cría en el éxito de su idea sin pensar
ni remotamente en el fracaso. El destino echó por tierra la totalidad de
sus anhelos, de sus esperanzas, de sus ambiciones.
Continuará
ISABELINO ESPINOSA
Historiador
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